El origen de Dublín es remoto e incierto. La primera referencia que tenemos data del año 140 d.C. y corresponde al cartógrafo griego Ptolomeo quien la denomina Eblana civitas. Es posible que el nombre fuera una deformación de "Deblana" y ésta a su vez una versión del nombre gaélico "Dubh Linn" (estanque negro).
Entorno al 841 d.C. se produce un asentamiento vikingo de carácter comercial y que erroneamente es considerado la fundación de Dublin. El nombre original es deformado por la lengua nórdica antigua y pasa a ser Dyflin (leido "duev-linn"). Es a partir de esta fecha cuando empieza a cobrar importancia llegando a ser uno de los centros vikingos más importantes fuera de Escandinavia.
Un siglo después convivían dos asentamientos: uno vikingo (Dyflin) y uno irlandés, Baile Átha Cliath ("El Pueblo del Vado de las Estacas"). En el año 989 el rey irlandés Mael Sechnaill II capturó Dyflin y con el tiempo ambos poblados se fusionaron en uno sólo. Los vikingos serán finalmente expulsados en
Diarmait Mac Muchada, quien había sido exiliado a la fuerza, vuelve para reconquistar su reino (Leinster) y para ello trae consigo un ejercito inglés prestado por Enrique II. En 1170 captura Dublín. No obstante el rey inglés reclamó los territorios y los otorgó a su hijo, que pasó a ser el Rey de Irlanda. Dublín, junto a Waterford, fue declarada Ciudad Real.
Entre finales del siglo XII y princpios del XIII se construyen la Catedral de San Patricio y el Castillo y se reconstruye la Catedral Iglesia de Cristo. La ciudad pasa a ser conocida como
Los dos siglos siguientes se vieron marcados por la expansión inglesa en territorio irlandés, la Reforma protestante y la conversión en 1541 del Señorío en Reino de Irlanda.
Desde el siglo XVII la ciudad sufrió un importante desarrollo y expansión que se vio incrementada en el siguiente siglo. Los años comprendidos entre 1714 y 1830 son conocidos como la época del Dublín Jorgiano. Durante este periodo se llevan a cabo cambios drásticos y una seria remodelación de la ciudad: se modificaron los muelles, se derruyeron edificos y construyeron nuevos, se alteró el trazado medieval de las calles, etc. También se creó la Wide Streets Commission, encargada de regular el desarrollo urbano.
Es interesante destacar que hasta entonces el norte era la zona rica y el sur la pobre. Sin embargo cuando el Duque de Kildare construyó su lujosa mansión en el sur, la moda le siguió y todos los adineradores cambiaron sus residencias de orilla. Actualmente se mantiene este eje norte-sur aunque las diferencias han disminuido pasando a haber más contraste entre este y oeste.
En el siguiente siglo destaca por su crudeza
Durante el siglo XX la ciudad de Dublín se ve convulsionada por diversos conflictos: el Levantamiento de Semana Santa (1914), la Guerra Anglo-irlandesa o Guerra de la Independencia (1919-21) y la Guerra Civil (1922-23). Gran parte de la ciudad quedó en ruinas y tuvo que ser reconstruida durante el periodo del Estado Libre. Dicha forma de Estado se mantuvo hasta 1939 en que se alcanzó la República de Irlanda, separada de la Commonwealth británica.
Aunque Irlanda se declaró neutral durante la 2ª Guerra Mundial, la ciudad de Dublín sufrió un bombardeo alemán en 1941. Como resultado 38 personas murieron y 70 casas fueron derruidas. El Gobierno alemán declaró que se había tratado de un error y pagó una indemnización a Irlanda.
Durante los años sesenta y setenta Dublín sufrió muchas transformaciones. Gran parte de los edificios de la época jorgiana fueron demolidos debido a la especulación y en ocasiones a un intento de borrar el pasado colonial. Ni siquiera los restos de Wood Quay, asentamiento vikingo más antiguo y mejor conservado de Dublin y del mundo entero, se salvaron de la vorágine especulativa. Fueron demolidos en 1979 y en su lugar
Actualmente Dublín es una ciudad pequeña, pero cosmopolita y multicultural (entorno al 10% de la población no es ni irlandesa ni inglesa). Posee numerosos e interesantes museos. En 1991 fue elegida Ciudad Europea de la Cultura.
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