domingo, 22 de octubre de 2006

A la vejez... varicela!!


Primero fueron los dolores de cabeza, el malestar general, la falta de apetito y un par de granos raros. Después amanecí con unos temblores exagerados, como jamás en la vida había tenido, que duraron más de media hora y que seguramente venían acompañados de una fiebre inaudita (horas después eran 38,8). Y por último, el cuerpo sembrado de granitos o ampollas: por la cara, el cuero cabelludo, el cuello, todo el tronco... En definitiva, varicela a los 23 años!! toma castaña

Ahora se me ha extendido por las piernas y un poco menos por los brazos. Tengo ampollas incluso en un párparo (que mira que jode), en el cartílago de la oreja y dentro del oido, hasta en el lóbulo!! En el muslo tengo una constelación de aupa, que me fascina y repugna a partes iguales.

Una cosa curiosa de la varicela es que no puede darte la luz del sol (rollo vampírico) y la artificial... no estoy muy segura, pero por si las moscas no me encenderé un foco en la cara. Total, que los postigos siempre echados, entro en el salón y en seguida se corren las cortinas, no sé, parece que fuera la niña de "Los Otros".


A parte vaya pintas tengo. Parezco sacada de una pelicula de ciencia ficción, una de esas en que el gobierno está experimentando con un virus letal que acabaría con la humanidad. Por algún tipo de negligencia el virus es liberado y se infectan todos los cientificos que a pesar de ser "gente lista" mueren todos en tiempo record. Después llega un equipo a investigar que ha ocurrido y la protagonista se contagia por ayudar a uno que luego resulta ser malo (que es quien liberó el virus para terminar con el mundo, porque su novia le abandonó, cosa bastante lógica por otra parte). Pero sólo ella sabe que está infectada y entonces empieza una carrera contrarreloj para encontrar un antítodo. Sin embargo cuando brotan las ampollas, todos se percatan, se asustan y salen huyendo. Bueno, todos menos el novio que se hace el sentimental un rato y luego se apunta a la desbandada. Totalmente sola, busca desesperada algo y encuentra un jeep y va dando tumbos por la jungla buscando otro asentamiento ciéntifico con el posible antítodo y mientras ve como se aproxima un segundo equipo con lanzallamas para limpiar el desastre y borrar toda huella. Y entonces.... bueno... ya se sabe.

En conclusión, que parece que tengo un virus de laboratorio. Y además el condenado pica a horrores e incluso duele. Hay algunos que parecen clavos puestos a conciencia. Y no veo el momento de que se me pase!! y pensar que el sarampión tampoco lo pasé de niña... a partir de ahora huiré de los niños.

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