Folklore navideño I: Olentzero

El Olentzero (u Olentzaro) es un personaje del folklore actual vasco representado como un carbonero que vive todo el año en las montañas y baja en Nochebuena para repartir regalos entre los niños. Los que han sido malos reciben carbón. Por supuesto sobra decir que los niños escriben cartas al Olentzero con la lista de regalos deseados. En algunas localidades se realiza incluso una especie de cabalgata y también existen muñecos que son llevados por los niños cuando piden el aguinaldo.

Esta costumbre que actualmente se celebra en todo el País vasco tiene en realidad un origen muy reducido geográficamente. Su evolución y extensión han sido también muy recientes. La tradición del Olentzero procede de una serie de pueblos en un área entre Guipuzcoa y Navarra, entre Elduaien y Lesaka. Existen incluso diferencias según los pueblos, en unos es carbonero, en otros pastor, en otro tiene los ojos rojo sangre, en otro tiene 366 ojos (uno más que los días del año), en otro se le tizna la cara con carbón, etc.

Es interesante destacar que originalmente el Olentzero era una persona desagradable, en ocasiones monstruosa, de la cual huían los niños. Incluso podría comparársele con un "hombre del saco". En Elduiaen encendía la chimenea con un gran fuego para evitar que el Olentzero se colara en casa y con la hoz los matara a todos. También en algunos pueblos se atemorizaba a los niños diciendo que dicho personaje le arrancaba los ojos a aquellos que no dormían. Sin embargo en la actualidad, y por influencia de Papa Noel, se ha convertido en un ser entrañable y sonriente.

El nombre procede de "Onenzaro", denominación usada para la Nochebuena y cuya referencia más antigua es del siglo XVII. Por extensión se llamaba olentzero a un tronco que arde esa noche y al cual se asocian distintas costumbres. En algunos sitios tras arder esa noche se cubría con cenizas y se colocaban encima la pala y las tenazas, cruzadas, para ahuyentar a las brujas. En otros el tronco se guardaba en un armario para posteriormente espantar con él los males.

La costumbre del Olentzero, tal y como se practica hoy en día, se formó en los años sesenta y principios de los setenta (siglo XX). Surgió como una mezcla entre las facetas amables del tradicional Olentzero, olvidando por completo las negativas, y el personaje de Papa Noel.