jueves, 28 de diciembre de 2006

Folklore navideño II: Tió


Llamado Tió de Nadal o Caga-tió. Se trata de un tronco de madera que antaño se extraía del hogar o chimenea. Se le añaden dos o cuatro patas y algunos adornos para simular una especie de ser fabuloso. A partir del día 8 de diciembre (día de la Inmaculada Concepción) se empieza a alimentar al Tió, introduciendo en su interior turrón, nueces y chucherías. Por las noches se le coloca una mantita para que no se pase frio. A veces también se le añade una barrentina (gorro rojo de lana, típico en Cataluña). Se le suele situar en la cocina o sino en el comedor. Y en ocasiones se le deja una tacita con azucar y otra con agua.

La noche del 24 o la mañana de Navidad (Nadal, en catalán) se hace "cagar" al Tió. Los niños lo golpean con palos mientras entonan canciones tradicionales y entonces el Tió caga las chucherías. Cuando ha terminado caga un arenque, un ajo o una cebolla. En ocasiones también mea champagne.



Caga tió // Caga tió
ametlles i torró // almendras y turrón
no caguis arangades // no cagues arenques
que són salades // que son salados
caga torrons // caga turrones
que són més bons // que son más buenos
Caga tió // Caga tió
ametlles i torró // almendras y turrón
si no vols cagar // si no quieres cagar
et donaré un cop de bastó // te daré un golpe de bastón
Caga tió! // caga tió!


Al finalizar las fiestas el Tió se echaba al fuego, pero actualmente suele guardarse para los años próximos e incluso pasa de una generación a otra. En un principio el Tió nunca ha cagado grandes regalos, sólo chucherías, ya que estos eran traidos por los Reyes Magos. Sin embargo hoy en día algunas familias colocan grandes regalos bajo la manta mientras los niños rezan una oración especial.

Una leyenda para explicar su origen cuenta que la noche en que nació Jesús unos pastores acudieron a adorarle y, no teniendo nada que ofrecer, dieron su propia comida quedándose sin nada. Al regresar pararon para descansar y al sentarse en un tronco empezaron a surgir de este todo tipo de alimentos.

La tradición del Tió surge en realidad como una representación de las bondades aportadas por el fuego del hogar, por ende de los leños, que dan calor y luz en los duros días de invierno. De hecho en un principio el Tió tan sólo era un gran tronco que se echaba al fuego unos días antes de Navidad. También es en cierto modo un culto al fuego como paso al año nuevo.

Antes era artesanal y ahora se fabrican montones iguales de distintos tamaños.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una tradición que me gusta, une mucho a las diferentes generaciones de una casa y entronca con unas tradiciones que la Iglesia siempre ha querido erradicar, poniendo sus fiestas en las fechas de las que ya existían y que la gente quiere, esta en concreto es un rito que nos amarra al invierno y a la tierr
Tiene mucha más empatía y fuerza en la ciudadanía esta clase de celebraciones o las saturnales de Roma por estas fechas, que el hipotético nacimiento del hipotético hijo de Dios.
Un saludo

Anónimo dijo...

Hola de nuevo, esta vez quiero desearte un feliz año nuevo, que tus deseos se cumplan y que nos podamos leer y comentar en el 2007.
Un abrazo

Bandrui dijo...

A mi me resulta muy interesante por el trasfondo que tiene, que enlaza con tradiciones muy antiguas y básicas, presentes en muchas culturas de distintas formas. Lo único es ese tinte coprofago que da un poquito de mal rollo, asi como lo de pegar al leño (pobrecito).

Encontré este video que me hace mucha gracia:

www.youtube.com/watch?v=cPrr3I6cKHw

Bon Nadal eta urte berri on!
usease
Feliz Navidad y prospero Año nuevo!

un abrazo